Hay 5 rondas acordadas y una evaluación general en junio

Unión Europea y Reino Unido reanudan hoy lunes las negociaciones para las relaciones futuras, de las que está excluido Gibraltar, con once áreas de trabajo según el calendario hecho público por la Comisión Europea. De momento hay cinco rondas negociadoras acordadas y una evaluación general en junio, que puede determinar el fin de las conversaciones.
Desde hoy, hasta el jueves, se celebra en Bruselas la primera de las rondas negociadoras y están acordadas hasta la quinta ronda, en el próximo mes de mayo, alternándose las capitales comunitaria y británica como sedes. “Las rondas de negociación más allá (de mayo) deben ser mutuamente acordadas”, explicaron fuentes europeas.
El Reino Unido está dispuesto a dejar la negociación con la Unión Europea en junio si para entonces no hay un consenso sobre “las líneas generales” del futuro acuerdo comercial bilateral y la UE considera igualmente que será necesario hacer un balance de progresos en ese mismo mes.
Las once áreas sobre las que tratarán las negociaciones son: comercio de bienes, comercio de servicios e inversión, igualdad de condiciones, transporte, energía y cooperación civil nuclear, pesca, movilidad y coordinación de la seguridad social, cooperación judicial en materia criminal, cooperaciones temáticas, participación en programas europeos y gobernanza y asuntos horizontales.
Las previsiones respecto a un acuerdo completo no son precisamente optimistas, no sólo por la presión que está ejerciendo el primer ministro británico sobre los equipos negociadores y, en especial, respecto al plazo de negociación que quiere que sea improrrogable hasta el 31 de diciembre, sino porque ahora quiere desprenderse de algunos de los compromisos a los que accedió en octubre.
Por ejemplo, el Gobierno británico pretende renegociar la cuestión de Irlanda del Norte, pero la Unión Europea ya se ha negado a volver a abrir temas que ya están comprometidos con el Acuerdo de Retirada. Otro obstáculo importante es que el Reino Unido quiere regresar a sus propias normas comerciales, laborales y de subsidios para garantizar lo que califica de “competencia justa y abierta”, pero de nuevo la Unión Europea repite que esa cuestión ya está acordada y cerrada en el acuerdo del Brexit.
Otras dos áreas conflictivas son los acuerdos de pesca, ya que Reino Unido recuperará sus aguas territoriales, por lo que es preciso determinar cuotas de captura, y los servicios financieros, puesto que las empresas radicadas en territorios británicos pierden la licencia financiera europea lo que puede suponer una fuga de capitales extranjeros según alertó el Banco de Inglaterra.