
"Muy preocupada por los anuncios del Gobierno británico sobre sus intenciones de incumplir el Acuerdo de Retirada" de la Unión Europea. Así ha reaccionado en su twitter la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, después de que haya salido a la palestra pública que Londres ha admitido que está dispuesta a violar el derecho internacional para alterar compromisos ya adquiridos.
Los equipos negociadores de ambos lados del canal de la Mancha mantendrán reuniones hasta el jueves en Londres para tratar de avanzar en los puntos más controvertidos que les separan, entre ellos los subsidios estatales y el reparto de cuotas pesqueras en aguas británicas tras el fin del periodo transitorio, el 31 de diciembre. Sin embargo, este anuncio de los británicos ha abierto la brecha en las negociaciones, que tras meses de bloqueos y entre los reproches por la falta de concesiones hacen casi imposible el acercamiento.
Las relaciones se han agriado aún más al desvelarse que el Gobierno británico ultima una ley que alterará aspectos del mecanismo ya pactado para asegurar que el paso entre las dos Irlandas se mantiene sin fricciones en el futuro.
A juicio de Von der Leyen, "esto violaría el derecho internacional y socavaría la confianza", a lo que añadía "Pacta sunt servanda = la base de relaciones futuras prósperas".