Después de un año

Este mes de noviembre se cumple un año de la puesta en marcha de la iniciativa‘We accept pounds’, una campaña impulsada por la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea de la Concepción (APYMELL) por la que numerosos comercios del centro de dicho municipio empezaron a aceptar la libra como forma de pago. El primer aniversario de la medida genera un balance “positivo”entre sus impulsores gracias al impacto publicitario de la misma, que se convirtió en noticia nacional. El marketing se ha impuesto a la cuenta de resultados de la iniciativa, que apenas puede decirse que haya generado ingresos extraordinarios entre los establecimientos adheridos.
La propuesta respondía, hace un año, a la petición realizada por los propios empresarios del pequeño y mediano comercio de La Línea ante el elevado número de clientes gibraltareños que tienen y que venían demandando poder pagar con su moneda. También algunos de los españoles que trabajan en el Peñón vieron en esta medida un motivo para no cambiar todo su salario en libras y dejarse un puñado de ellas en sus bolsillos para poder pagar un simple café en algún bar del centro del municipio.
Un año después, Lorenzo Pérez Periañez, presidente de APYMELL, ha reconocido este lunes en la Cadena SER que la medida fue “positiva” en cuanto supuso estrechar “otro lazo vinculante con Gibraltar” pero que lo del ‘We accept pounds’ fue más una campaña de marketing que de resultados: “En general estamos contentos porque algunos comercios han instaurado este sistema y no se quejan, todo lo contrario. Es cierto que los pagos con libras se ciñen a pequeñas cantidades o a compras menores, como tomar café o una cerveza en algún bar del centro de La Línea” aseguró, para más tarde reconocer que lo que le vino bien al comercio linense fue la repercusión mediática de la campaña. “Vinieron a La Línea medios nacionales y la promoción fue sin duda lo más positivo”, subrayó.
ZapaterÍas, establecimientos de hostelería y hasta consultas médicas privadas han venido aceptando libras en sus establecimientos desde hace un año, con un distintivo adhesivo en todas sus fachadas para que los gibraltareños sepan que allí pueden pagar con libras. Los más optimistas hablan de un ingreso estimado, gracias a esta medida, de apenas un 8% más en sus cuentas de resultados.
Pérez Periañez, además de esos ingresos mínimos y la campaña de autopromoción del comercio tradicional de La Línea, también se ha mostrado orgulloso por otro logro: “Hemos rescatado una práctica habitual de nuestra ciudad en la década de los sesenta. Antes de que Franco cerrara la frontera, pagar en libras era algo tan habitual como hacerlo en pesetas”, recordó.