Jornada de limpieza de objetos peligrosos

La jornada anual de concienciación para la limpieza de objetos peligrosos, en la pista del aeropuerto gibraltareño, llevada a cabo por unas cien personas en la jornada de ayer, podrá servirle al Ministerio de Defensa (MoD) británico como argumento contra el paso de peatones por el aeródromo, una vez que concluyan las obras actuales del túnel.
El túnel, todavía en construcción, cruza la pista de aterrizaje y despegue por la cara este del istmo, justo al otro extremo de donde cruzan actualmente vehículos y peatones para entrar o salir de Gibraltar. Aunque resulta evidente que el tráfico de vehículos se trasladará a ese túnel en un futuro próximo, las autoridades gibraltareñas pretendían que el paso de peatones pudiese continuar cruzando la pista por la avenida Winston Churchill ya que se trata del acceso más próximo y directo a la aduana.
El MoD siempre se ha mostrado disconforme con esta posibilidad, ya que afecta directamente a la seguridad de los vuelos y también de las instalaciones y, en varias ocasiones, ha recordado la titularidad militar de este aeropuerto, mientras el gobierno gibraltareño ha mantenido en público la esperanza de que el paso de peatones no se viera afectado.
Ahora con la demostración pública que representa la jornada anual de concienciación para la limpieza de objetos potencialmente peligrosos, queda en evidencia el riesgo que supone para la seguridad que toda aquella zona esté abierta al público.
El trasiego diario de peatones que cruzan la pista del aeropuerto se contaría en decenas de mil, según los datos que usa el propio gobierno de Gibraltar en cuanto a trabajadores transfronterizos, a los que habría que sumar turistas y gibraltareños que usan ese, hasta el momento, único trayecto en dirección a España, casi siempre de ida y vuelta en el mismo día.
Como explica en su información el Gibraltar Chronicle, cabe recordar que el desastre del Concorde del año 2000 fue precisamente a causa de uno de estos objetos, que acabó provocando un incendio, el fallo de un motor y la caída del avión. Por eso la pista se barre dos veces al día con un vehículo especial con potentes imanes y cepillos, además de con otras dos barredoras normales, y la avenida Winston Churchill siempre que hay vuelos.
En la jornada de limpieza de este año se han recogido objetos como una boya marina, parte de un casco de canoa, guirnaldas, envases de vidrio y plástico, además de la inevitable arena.