
En una entrevista al periódico digital El Español, el exministro Denis Macshane, afirma que la primera ministro británica, Theresa May, “ha hecho un daño inmenso al Peñón al apoyar un brexit duro”. El exministro del gobierno de Tony Blair cree que, “una vez que Reino Unido salga de la UE, ese derecho automático a vivir y trabajar desaparece: es un desastre”.
Denis Macshane fue ministro para Europa entre 2002 y 2005, sucedió a Peter Hain y se encargó de terminar con la negociación de soberanía conjunta para el Peñón que habían iniciado Tony Blair y José María Aznar. Periodista de profesión, su carrera ha sido azarosa y polémica.
Fiel a su estilo y en respuesta a la reacción británica tan intensa por el derecho de veto español, Macshane afirma que “los hombres que hacen tanto ruido en Inglaterra sobre Gibraltar son demasiado viejos para practicar sexo”.
“Esta era su última oportunidad para tener una erección –dice—y por eso se han puesto a gritar contra España. Hay un sentimiento latente anti Madrid, anti alemán o anti francés en el nacionalismo inglés, que encuentra una expresión fácil en las cuestiones europeas”.
Más centrado en el Peñón, comenta que “no quieren aceptar que el brexit tiene consecuencias y una de las consecuencias será un cambio fundamental en la relación entre Gibraltar y España, una vez que todos los ciudadanos de Gibraltar pierdan los derechos que tienen en tanto que ciudadanos de la UE”.
“El problema de Gibraltar estaba contenido gracias a que tanto España como Reino Unido eran miembros de la Unión. Ahora que May parece apoyar el nacionalismo inglés –y está dispuesta a decir a Bruselas que ya no estamos interesados en vivir, trabajar y viajar por Europa porque queremos impedir que los europeos vivan en Reino Unido—eso tendrá consecuencias muy graves para Gibraltar”.
Asegura que Gibraltar es británico como Ceuta y Melilla son españolas y cuenta que la negociación para la soberanía compartida “estaba condenada al fracaso” porque la Cámara de los Comunes nunca la habría aprobado. “lo mejor que podíamos esperar era un modus vivendi razonable, sin dramas, pero ahora el nacionalismo inglés extremo ha salido de la caja y anda suelto”.
Repasa la cuestión histórica de Gibraltar, dice que el ministerio de Exteriores británico “tiene en el fondo de un cajón una carpeta sobre Gibraltar” que saca cada cierto tiempo por si puede encontrar una solución, que no tiene muy claro como empezaron las negociaciones Blair-Aznar y que “la soberanía compartida no va a suceder”.
“Pero si yo fuera Picardo –dice Macshane—estaría mucho más preocupado por el impacto del brexit en Gibraltar, porque Gibraltar va a perder todos los derechos que tiene ahora gracias a que Reino Unido está en la UE y se quedará bastante aislado”.
“Además Reino Unido ha ayudado a Gibraltar logrando que el resto de Europa haga la vista gorda ante su exótico régimen fiscal, cuyo objetivo es atraer capital al Peñón. Hay 60.000 empresas en Gibraltar, dos por cada hombre, mujer y niño… Gibraltar ya no podrá contar con la protección que le da en Bruselas Reino Unido frente a cualquier examen de sus normas fiscales”.