
El posible adelanto electoral acelera la toma de decisiones en los partidos políticos gibraltareños y, entre ellos, en el GSD, donde se afronta el futuro con una combinación de experiencia y renovación entre sus futuros candidatos al Parlamento.
El GSD, principal partido de la oposición en Gibraltar, está trabajando en varios frentes desde que Keith Azopardi accedió al liderazgo tras la dimisión de Daniel Feetham, que sigue siendo leal al partido y no en vano continua con un gran trabajo en el Parlamento.
Sin embargo, Azopardi ha ido, poco a poco, moldeando su equipo de trabajo en el que, sin obviar a la gente que estaba antes de su llegada, está ganando peso el contacto con la calle. Los parlamentarios, Feetham, Clinton, Philipps, que es portavoz, Hammond y Reyes, mantienen contacto permanente con él, pero a nivel orgánico, tras la vuelta de Llamas y la entrada de Bossino, las variaciones sí son más evidentes.
El objetivo expresado por el nuevo líder del GSD es tener más contacto con la calle. La interacción en redes sociales y el contacto con los colectivos, muchos de ellos bastante descontentos con el gobierno de Picardo, está permitiendo ganar adeptos.
No obstante, la situación es complicada, habida cuenta del enorme respaldo logrado por el GSLP en las pasadas elecciones y de la incertidumbre que se cierne sobre un posible adelanto electoral con la excusa del Brexit.
El comentario, a través de las redes sociales, de un simpatizante del GSD, Damian Lionel, sirve como ejemplo de ese movimiento que está calando entre la ciudadanía. Pide que se cuente con “Kaelan Joyce” y sobre todo que se le de un carácter más “llanito” al partido.
Un argumento éste, bastante extendido entre las bases del GSD. En ningún caso cuestionan el trabajo de los dirigentes anteriores, pero consideran que hay que buscar gente con más perfil gibraltareño.
En esa encrucijada está Azopardi de cara a las próximas elecciones, sean cuando sean. Se da por hecho que Llamas y Bossino, además de él, obviamente, aspirarán a ocupar un sitio en el Parlamento. Clinton ha dejado claro que se presentará, al igual que Trevor Hammond, mientras que las dos incógnitas se centran en Feetham --a la espera de acabar el mandato, aún no ha tomado una decisión-- y Edwin Reyes.
La idea es presentar caras nuevas, pero sin obviar a los gestores que han aguantado al partido en un escenario muy complejo. Las incógnitas se irán resolviendo en los próximos meses.