El ministro español recibe al británico

La falta de información y la ausencia de los temas que preocupan a Gibraltar, durante las siete horas de reunión que marcaron el inicio de las negociaciones del brexit en Bruselas, han provocado inquietud en ámbitos económicos y profesionales del Peñón.
Según han explicado a Noticias Gibraltar fuentes diversas, relacionadas con despachos legales y con el sector financiero local, el gobierno no está trasladando información suficiente al conjunto de los gibraltareños sobre esta negociación, que se considera vital para el futuro de la colonia. De hecho, algunos fechaban la última hace dos semanas, cuando todavía se esperaba que la fluidez del paso por la verja fuera una de las cuestiones a negociar con la Unión Europea.
Tampoco ha ayudado la comunicación oficial realizada por el gobierno acerca de una conversación telefónica entre el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y representantes del ministerio de Exteriores británico, concretamente el secretario de estado Alan Duncan y el subsecretario Robin Walker, ya que no dice nada que pueda calmar las preocupaciones existentes.
De hecho, el comunicado dice que “hablaron sobre la situación política general, en concreto sobre los incidentes de seguridad que están afectando al Reino Unido” y que el propio Picardo “hizo hincapié en la importancia de la plena involucración de Gibraltar en el proceso de negociación”, algo que hasta el momento no ha existido.
Quienes sí hablaron, aunque tampoco ha trascendido lo que se trató, han sido el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y el ministro británico encargado de la negociación para la salida de la Unión Europea, David Davis, reunión que tuvo lugar hoy mismo en la sede del ministerio español y justo después del encuentro de inicio de negociación en Bruselas.
Aunque según fuentes del ministerio español de Exteriores, se trata de una visita de cortesía, enmarcada en el arranque de las negociaciones, no deja de llamar la atención que el primer encuentro que tenga el ministro británico del brexit, después de comenzar las negociaciones en Bruselas, sea precisamente con el ministro español de Exteriores, especialmente por las singulares características que afectan a la relación entre ambos a causa de Gibraltar y la situación futura en la que la colonia se puede encontrar, una vez concluya la salida británica de la Unión Europea.