La Línea de la Concepción se prepara para un año preñado de incertidumbre y hasta de ciertas dosis de miedo por la sombra del Brexit. Si a nivel político, su alcalde, Juan Franco, viene exigiendo a las administraciones competentes medidas específicas para combatir los posibles efectos negativas que esa circunstancia pueda acarrear en su ciudad, el tejido asociativo linense ha anunciado que, desde ya, se va a apresurar a luchar por un “futuro mejor”.
Por eso, mediante la Mesa de Trabajo, sus colectivos participantes han dado a conocer la puesta en marcha de distintas acciones encaminadas a lograr una añeja aspiración para La Línea: el reconocimiento de su singularidad por aquello de convivir junto a una colonia británica.
La Mesa de Trabajo por La Línea, que aglutina a partidos políticos, sindicatos, asociaciones de vecinos y otros colectivos, ha decidido iniciar una importante campaña popular para sumar apoyos y presentarle al Gobierno Central una petición que recoja el sentir de la población para exigir ese reconocimiento, con el que, como ya sucedió hace cerca de 30 años, el Estado se comprometería a incluir una partida extraordinaria en sus presupuestos para La Línea de la Concepción.
Fuentes de dicho colectivo, consultadas por esta redacción, hablan de que la campaña “será seguro un éxito” porque pretende “tocar el corazón” de los linenses.
“Queremos un futuro que no dependa de Gibraltar. Un futuro en el que podamos contar con recursos propios, como cualquier otro municipio de España”, asegura uno de los portavoces de la Mesa de Trabajo. “Vamos a liderar un movimiento porque necesitamos ayudas para salir de la situación actual. No podemos seguir esperanzados a que, en nuestro pueblo, la única ‘empresa’ que genere empleo sea el Peñón. No podemos conformarnos con tan poco”, insisten desde este instrumento que recoge la participación de todos los sectores de la localidad.
A partir de ahora, la Mesa de Trabajo iniciará una recogida de firmas, entregará octavillas por la ciudad para dar a conocer por qué los linenses deben secundar esta petición, elaborará cartelería alusiva, no descarta convocar concentraciones o una gran manifestación y redactará, además, un dossier con los argumentos básicos de los motivos que justificarían el reconocimiento de su singularidad. Ese documento y las firmas recogidas serán entregados, en Madrid, a responsables del Gobierno, para lo que no se descarta incluso una marcha ciudadana.
