
Picardo ya acepta la salida británica de la Unión Europea y, en consecuencia la salida de Gibraltar. No tenía más remedio, después de la firme declaración del ministro Davis que hacía inútil su estrategia de un año que intentaba diferenciar al Peñón en las negociaciones del Brexit. Queda claro que Gibraltar va en el mismo paquete que Londres y Londres apuesta por un Brexit duro, con cierre de fronteras que tendrá consecuencias inevitables en la Verja y en el Peñón. Por eso Picardo, en su retrasado discurso de Año Nuevo, vuelve la vista a las cuestiones domésticas en un intento de resarcirse con un electorado decepcionado por el escaso éxito de la estrategia independentista de su ministro principal. No en vano terminó su discurso con una reveladora referencia a Gibraltar como “nuestro querido hogar británico”.
“No hay duda de que el Brexit y la entrada en vigor del artículo 50 serán los grandes temas de la agenda política de este año”, dijo el ministro principal. Pero en realidad al Brexit le dedicó apenas unos pocos párrafos de su largo y tardío discurso de Año Nuevo, a pesar de reconocer que será el tema más importante y de mayores consecuencias en la vida de los gibraltareños.
Después de unas semanas de sorprendente ausencia, en la que su viceministro García ha intentado capear el temporal político en varios frentes relacionados con el Brexit, Picardo ha dedicado la inmensa mayoría de su discurso del 2017 a las cuestiones más puramente domésticas, en un aparente intento de recuperar la confianza de un electorado en el que ya tienen efecto las críticas de la oposición política a su gestión.
Repasó el estado actual o en proyecto de materias como educación, sanidad, vivienda y empleo; refirió el crecimiento portuario y aeroportuario, del bunkering, la nueva planta de gas natural licuado, los grandes proyectos inmobiliarios de Rooke y Eastside y anunció nuevos proyectos de relleno para continuar con su polémica expansión urbanística.
Dedicación especial y optimista tuvo para los servicios financieros y para la que se ha convertido en la principal industria del Peñón, el juego online.
No obstante mandó un aviso de futuro a los gibraltareños: “El sector público y la administración pública siguen siendo una parte muy importante del crecimiento que permite que los negocios operen y crezcan en Gibraltar”. Y no cabe duda que ese sector público se verá muy afectado cuando se confirme la salida británica de la Unión Europea y se pierda el acceso a fondos de financiación preferente.
Está claro que Picardo ha dado por perdida la batalla de un año largo para salvar la decisión británica y mantener de alguna forma a Gibraltar en la Unión Europea. Ahora vuelve la vista “para tener una relación más estrecha con el Reino Unido, otros Territorios de Ultramar, Dependencias de la Corona Británica y países de la Commonwealth”. Buscará negocios en Marruecos y China y apoyo político en Estados Unidos pero ni una palabra de España o de algún acuerdo con los países europeos.