
La agencia de información económica estadounidense Bloomberg afirma que el gobierno británico de Theresa May quiere a España como aliado en las negociaciones de salida de la Unión Europea. Los funcionarios británicos, no obstante, reconocen que sería necesario superar el asunto de Gibraltar.
El Reino Unido busca crear fisuras en el escudo formado por los estados miembros de la UE, cara a un año de difícil y compleja negociación para la que no encuentran complicidades en el seno de la comunidad europea. En este sentido, el artículo que firman Tim Ross y Esteban Duarte señala que los profundos vínculos comerciales y turísticos entre ambos países hacen que España tenga “más que perder” que otros socios de la UE en caso de un Brexit duro o sin acuerdo de comercio.
También la búsqueda de soluciones a los expatriados, los 300.000 británicos que viven en España y el objetivo económico prioritario del presidente Rajoy en la lucha contra el paro, relacionado con los casi 18 millones de británicos que visitaron este país en 2016, las elevadas exportaciones españolas y los 122.000 millones invertidos por empresas españolas en suelo británico dan un conjunto, según el cual, el gobierno británico considera España un aliado potencial en las negociaciones.
También ha coincidido la publicación de un informe en el periódico español El País, señalando precisamente las negativas consecuencias que para España tendría una salida dura del Reino Unido. Cita desde la caída entre 2 y 4 décimas del PIB hasta la supuesta aportación extra de 888 millones de euros al presupuesto de la UE que España debería hacer.
El periódico español atribuye el informe a la Representación Permanente de España ante la UE, pero el presidente Mariano Rajoy negó este viernes pasado que su Gobierno tenga ningún informe oficial definitivo sobre las consecuencias para España de la salida británica.
En todo caso, Londres si ha iniciado un proceso de encuentros diplomáticos con los socios menores de la UE, pero sería España, que se ha afianzando como uno de los principales referentes en la toma de decisiones comunitaria, el objetivo preferencial. Sea como sea, los propios funcionarios del gobierno británico reconocen que habría que salvar el problema de Gibraltar.