Quiere “controlar” y “reducir” los comunitarios

El programa electoral del Partido Conservador, que ha presentado Theresa May, contiene apartados inquietantes para las futuras relaciones británicas con la Unión Europea. Aunque, de momento, estas medidas sólo se aplicarían a trabajadores extracomunitarios, no deja de preocupar entre los países de la Unión la grave escalada antiinmigración que ha adoptado el partido gobernante en Reino Unido.
Los conservadores quieren cerrar sus fronteras a la inmigración y lo harán de varias maneras: endureciendo el sistema de visas y obligando a las empresas que quieran contratar trabajadores extranjeros a pagar el doble por ellos. Esta tasa anual, conocida como “impuesto de atributo” pasará a costar el doble a las empresas, dos mil libras (2.340 euros).
Estos trabajadores extranjeros también tendrán que pagar más por hacer uso del sistema nacional de salud, aunque no se especifican las cantidades exactas. Todo ello con el objetivo declarado de reducir la inmigración por debajo de los 100.000 anuales.
En cuanto a la que procede del continente, el manifiesto conservador reconoce abiertamente que la salida de la UE permitirá “controlar” esta inmigración y adelanta que tomará medidas para “reducir” el número de trabajadores comunitarios.
Estas severas medidas, expresadas en el programa electoral del partido conservador que, hoy por hoy, encabeza todas las encuestas en el Reino Unido han sido observadas con inquietud desde Bruselas y en los países comunitarios.
Quedaría por ver las consecuencias que tendría para Gibraltar este tipo de medidas excluyentes, ya que los principales grupos de trabajadores en la plaza, además de obviamente gibraltareños y británicos, son españoles y marroquíes, entre otras procedencias.