El último estadounidense llegó hace dos años

El grupo Verdemar Ecologistas en Acción considera que la llegada de un nuevo submarino nuclear a Gibraltar supone el comienzo de “la semana de preocupación” por lo que considera un peligro para la navegación del Estrecho y una “bomba flotante” para la zona. Los ecologistas han alertado de la presencia de grúas en el atraque, lo que hace sospechar que el submarino procederá en su escala a la carga y descarga de su armamento.
Como se conoce, la base de Gibraltar alberga un gran polvorín de distinto tipo de armamento con el que suministran a buques y, especialmente, a submarinos nucleares que hacen escala antes y después de las misiones encomendadas. Estos depósitos de armas son para buques británicos pero también para buques estadounidense, como es el caso del USS John Warner que llegó ayer.
El USS John Warner, submarino de ataque de propulsión nuclear, va armado con misiles Tomahawk y con torpedos MK48 y ha llegado a Gibraltar procedente de unos ejercicios en el Mediterráneo.
La llegada de un submarino nuclear estadounidense a Gibraltar llevaba sin producirse casi dos años ya, desde que llegó el SSGN Florida el 16 de abril de 2016.
En su comunicado, Verdemar Ecologistas en Acción destaca que “no existe Plan de Emergencia alguno ante un accidente nuclear”, reclamación ya realizada tanto por este colectivo como por otros y que “ni los ciudadanos ni las administraciones españolas --Gobierno, Junta de Andalucía y Ayuntamientos-- sabrían qué hacer ante una emergencia de la envergadura de un accidente en el submarino”.