El pequeño comercio tiene un nombre en San Roque: Casa Falcón -dedicada a la venta de muebles y electrodomésticos-, cuyo titular es Francisco Javier Falcón Viñas. A lo largo de sesenta años ha venido ofreciendo un servicio profesional y familiar, apreciado por una fiel clientela. Pero la historia de este establecimiento, que da empleo a tres personas, es la de su fundador, Manuel Falcón Hernández, un auténtico emprendedor en unos años de muchas dificultades.
Había nacido en la localidad sevillana de Marchena y sus primeros años transcurrieron entre su pueblo natal y Sevilla. En su localidad de origen asistió a la escuela donde obtuvo el grado elemental, y ya en la capital andaluza, con tan solo diez años, se encargaba de ayudar a su tío que trabajaba de albañil, llevándole el almuerzo a la obra. Una obra histórica: la construcción de la Exposición Universal de Sevilla de 1929.
Comenzada la guerra civil, con edad de diecisiete años, fue movilizado y finalizada la contienda fue enviado a San Roque, al Regimiento Pavía 19. En esos años de servicio militar conoció a la sanroqueña María Viñas Mora, con quien contraería matrimonio en 1943, y tendría dos hijos María Aurora y Francisco Javier.
Al producirse la II Guerra Mundial fue nuevamente movilizado, ocupándose de la vigilancia de las playas de Chiclana. Para visitar a su esposa utilizaba una bicicleta, y cuando el cansancio no se lo permitía, se sujetaba a algún camión para poder llegar hasta San Roque.
La larga mili finalizó en 1944. Por esas fechas decidió montar una tienda de comestibles en la calle Terrero Monesterio 21. Allí se encargaba de las cartillas de racionamiento, tan comunes en aquella dura época. Posteriormente, comenzó a vender otro tipo de artículos: radios, ollas, muebles.
Al final de los años 50 del siglo pasado formó una sociedad con el conocido practicante Eduardo Bermejo, y puso una tienda en la calle Batallón Cazadores de Tarifa. Esta actividad sería el embrión del actual establecimiento, abierto en el inicio de una década nueva, la de los años sesenta.
Manuel Falcón falleció en 2016, sustituyéndole al frente del negocio su hijo Francisco Javier, que ya era autónomo colaborador desde 1985.
Para Francisco Javier Falcón es todo un orgullo poder continuar con un comercio que su padre levantó y mantuvo con tanto esfuerzo. Al mismo tiempo, quiso dejar patente “el agradecimiento a tantas personas que, a lo largo de la existencia del negocio, han confiado y confían en nuestro servicio”.
