
La Policía Local de San Roque está llevando a cabo inspecciones en edificios del municipio donde se han instalado piscinas hinchables y similares tanto en las azoteas como en terrazas, ordenando el vaciado del agua e iniciando expedientes de infracción. El problema es que estas zonas de los inmuebles no están preparadas para soportar tanto peso, lo que genera riesgo de derrumbe.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha pedido a los ciudadanos que hagan un ejercicio de responsabilidad y soliciten informes técnicos para ver si las estructuras pueden aguantar ese peso. Ha advertido el primer edil que la Policía Local podrá exigir el desmontaje de las mismas en caso de riesgos evidentes.
Indica el alcalde que “en las últimas fechas distintos vecinos han denunciado ante la Policía Local la existencia en las azoteas de sus edificios de piscinas portátiles. Sabemos que la posible dificultad del uso de las playas está haciendo que sea uno de los productos más demandados, y se están instalando sin ningún tipo de prevención, ni de seguridad, y sin saber por un informe técnico si las azoteas de esos edificios están preparadas para aguantar esos pesos”, alerta Ruiz Boix.
El primer edil ha tenido constancia de que “en algún lugar hemos encontrado hasta tres piscinas distintas en la misma azotea, con el peso que conllevan. A la presencia de esa enorme cantidad de agua que supone el llenado de las piscinas se añaden los propios vecinos en una azotea que está prevista quizás para tender la ropa, si me apuran, pero no para soportar ese peso durante muchas horas”.
Por ello, el alcalde advirtió de que “la Policía Local está realizando una tarea de seguimiento de estas piscinas instaladas en edificios, no ya sólo de viviendas propiedad de la empresa municipal Emroque, sino también en edificios de propiedad privada”.
Alerta que “hay que contar con la autorización y saber si la infraestructura cuenta con la posibilidad técnica de tener o no tener esa piscina, y por tanto pido a todos los vecinos que hagan un ejercicio de responsabilidad y que antes de adquirir, colocar una piscina, llenarla y usarla, que averigüen con un informe técnico si se puede o no se puede”. El alcalde advierte de que “la gran mayoría de los edificios no están preparados para albergar ese volumen de peso”.