
Los ecologistas de Verdemar denuncian la mala gestión del Ayuntamiento de San Roque en el Pinar del Rey. Así, dicen que “llevan años sin hacer entresaca de árboles raquíticos, pinos caídos, árboles secos ahogando a alcornoques y quejigos, no se gestionan las rayas cortafuegos… Todo esto supone un riesgo de incendio. Estos hechos los denunciamos el invierno del año pasado ante la Junta de Andalucía, y el Ayuntamiento parece que no quiere resolver el problema”.
Aunque los permisos de esos tratamientos selvícolas tengan que ser concedidos por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de San Roque “es el responsable del Pinar del Rey y, al parecer, no es capaz de gestionar este monte de utilidad pública”, añaden.
“La presión a la que se está sometiendo este espacio protegido es tal, que acabaremos con este enclave en años, si no se pone remedio. Las carreras de motocrós, la masificación sin control de coches en épocas punta, la gestión del acuífero, la pérdida de fuentes ancestrales, las colonias de especies invasoras, no parecen existir para el Ayuntamiento, que mira para otro lado”.
Para Verdemar Ecologistas en Acción, “estamos en manos de gente poco preparada para gestionar este espacio emblemático. La gestión es tan mala que llevan sacando corcho desde esta primavera”.
Según estudios científicos, "para no perjudicar la capacidad del árbol de regenerar su corteza y para no matarlo en caso de mal manejo, se extrae el corcho durante el periodo de crecimiento activo del árbol. Por eso, la saca del corcho se da entre mediados de mayo y fines de agosto".
Verdemar Ecologistas en Acción va a solicitar la documentación de esta actividad por si pudiera ser fraudulenta, para nada se cumple estos parámetros citados anteriormente.
Sería una lástima que “por la negligencia de este equipo de Gobierno, se perdiese o se viese seriamente amenazado un espacio tan emblemático de nuestra comarca, cuya historia se remonta al reinado de los Reyes Católicos, que entre los años 1495 y 1502 donaron terrenos, montes, huertas y otros bienes a Gibraltar, para que fuesen fuentes de ingresos para su erario”.
Siglos más tarde, tras la pérdida de Gibraltar, Felipe V autorizó que se creara la nueva ciudad de Gibraltar residente en su campo, es decir, San Roque, y todo lo que hoy llamamos término municipal pasó a ser de la nueva ciudad y, con él, todos sus bienes, incluido el Pinar del Rey.
El Pinar del Rey se salvó de la llamada Desamortización de Mendizábal y de la que durante el bienio progresista (1854-1856) realizó el Ministro de Hacienda D. Pascual Madoz.
En el año 1800, y por cuenta de la Marina Española, se plantó un extenso pinar, con simientes procedentes de Vejer de la Frontera, al objeto de proveer de madera a las construcciones navales de la época.
Tras la batalla de Trafalgar, en 1805, la marina entró en fase de decadencia, de modo que se hizo innecesaria la tala y aprovechamiento de los pinares de San Roque, que han llegado hasta nuestros días y hoy son un importante lugar de recreo y esparcimiento en la comarca del Campo de Gibraltar.
Y no podemos olvidar la encomiable labor que durante el siglo XX realizó el entonces forestal, Antonio Barberán, cuya labor contribuyó a que el pinar viviese una de sus épocas de esplendor.