¿Qué es la dieta astringente y para qué sirve?

Dieta astringente

La dieta astringente es un régimen alimenticio diseñado para aliviar problemas digestivos, especialmente aquellos relacionados con la diarrea y otras afecciones gastrointestinales. Este tipo de dieta se caracteriza por incluir alimentos que ayudan a reducir la inflamación del tracto digestivo, disminuyen la cantidad de evacuaciones y mejoran la consistencia de las mismas. Su aplicación es común en casos de enfermedades como gastroenteritis, infecciones intestinales o episodios de colon irritable.

A continuación, se detallan los aspectos clave de esta dieta, su funcionamiento y los alimentos recomendados para implementarla correctamente.

Características principales de la dieta astringente

La dieta astringente se basa en alimentos de fácil digestión y bajo contenido en fibra, con propiedades que ayudan a calmar el sistema digestivo. Entre sus características más destacadas se encuentran las siguientes:

  1. Baja en grasas: Los alimentos grasos son difíciles de digerir y pueden agravar los síntomas de las afecciones gastrointestinales. Por esta razón, se eliminan de la dieta.
  2. Evita los irritantes: Ingredientes como especias fuertes, cafeína, alcohol y alimentos ácidos son excluidos, ya que pueden empeorar la inflamación intestinal.
  3. Rica en taninos y almidón: Los taninos, presentes en ciertos alimentos, poseen propiedades antiinflamatorias y astringentes, mientras que el almidón proporciona energía sin sobrecargar el sistema digestivo.

Esta dieta no busca sustituir un tratamiento médico, sino complementar el proceso de recuperación. Su implementación debe hacerse bajo supervisión profesional, especialmente en casos graves o prolongados.

¿Para qué sirve la dieta astringente?

La principal función de la dieta astringente es reducir los síntomas de diarrea y otras molestias digestivas. Su diseño promueve la recuperación del intestino al minimizar la irritación y permitir que la mucosa intestinal se recupere. Además de aliviar los síntomas, esta dieta ofrece beneficios adicionales:

  1. Rehidratar el organismo: Durante episodios de diarrea, se pierde una gran cantidad de agua y electrolitos. La dieta astringente, acompañada de una adecuada ingesta de líquidos, ayuda a reponer estas pérdidas.
  2. Regular la actividad intestinal: Al incluir alimentos de fácil digestión, la dieta evita el sobreesfuerzo del sistema gastrointestinal, regulando las evacuaciones.
  3. Reducir la inflamación intestinal: Gracias a sus propiedades calmantes, contribuye a disminuir la irritación y el malestar.

Además, es útil en situaciones como intoxicaciones alimentarias, efectos secundarios de tratamientos médicos o enfermedades crónicas del aparato digestivo.

Alimentos recomendados en la dieta astringente

El éxito de la dieta astringente depende de la correcta elección de alimentos. Los más apropiados suelen ser aquellos que ofrecen nutrientes esenciales sin provocar irritación ni sobrecarga para el sistema digestivo. A continuación, se presenta una lista de opciones comunes:

1. Arroz blanco

El arroz blanco es uno de los alimentos más recomendados debido a su contenido de almidón y su fácil digestión. Su consumo ayuda a compactar las heces y a calmar el sistema digestivo.

2. Plátano maduro

El plátano maduro, rico en potasio, es ideal para reponer los electrolitos perdidos durante la diarrea. Además, su textura suave y su bajo contenido en fibra insoluble lo hacen muy tolerable.

3. Manzana cocida o rallada

La manzana es una excelente opción, especialmente cuando se consume cocida o rallada, ya que contiene pectina, una fibra soluble que ayuda a regular las evacuaciones. También aporta taninos, que tienen propiedades astringentes.

4. Zanahoria cocida

La zanahoria cocida es rica en betacarotenos y proporciona nutrientes esenciales sin irritar el tracto intestinal. También contribuye a la rehidratación gracias a su contenido de agua.

5. Caldos desgrasados

Los caldos a base de pollo o verduras, siempre que estén desgrasados, son una excelente fuente de líquidos y minerales. Ayudan a mantener la hidratación y son fáciles de digerir.

6. Tostadas o pan blanco

Los cereales refinados, como las tostadas o el pan blanco, son opciones ligeras que aportan energía sin exigir un esfuerzo excesivo al sistema digestivo.

7. Infusiones suaves

Las infusiones como el té de manzanilla, anís o menta tienen propiedades calmantes y pueden ser beneficiosas para aliviar los cólicos y la inflamación.

8. Carnes magras cocidas

El pollo y el pescado, siempre cocidos y sin piel, son buenas fuentes de proteínas ligeras y fáciles de digerir. Es importante evitar cualquier método de cocción que implique fritura.

Alimentos que se deben evitar

Tan importante como saber qué alimentos incluir en una dieta astringente es conocer cuáles deben ser evitados. Algunos productos pueden agravar los síntomas o retrasar la recuperación, por lo que es fundamental excluirlos temporalmente. Entre ellos se encuentran:

  • Alimentos ricos en fibra insoluble: Verduras crudas, cereales integrales y frutas con piel.
  • Lácteos: La leche y sus derivados pueden ser difíciles de digerir durante episodios de diarrea.
  • Alimentos grasos o fritos: Las comidas grasosas sobrecargan el sistema digestivo.
  • Bebidas carbonatadas o azucaradas: Estas bebidas pueden causar hinchazón y aumentar el malestar.
  • Especias fuertes y alimentos ácidos: Ingredientes como el picante, el vinagre o los cítricos son irritantes para el tracto intestinal.

Evitar estos alimentos ayuda a acelerar la recuperación y a reducir el riesgo de complicaciones.

Consejos prácticos para implementar la dieta astringente

Implementar una dieta astringente no solo implica elegir los alimentos adecuados, sino también prestar atención a cómo se preparan y consumen. Aquí se ofrecen algunas recomendaciones para maximizar sus beneficios:

  1. Optar por preparaciones simples: Las técnicas de cocción como el hervido, la cocción al vapor o al horno son las más adecuadas para conservar las propiedades de los alimentos sin añadir grasas.
  2. Comer en pequeñas cantidades: Es preferible realizar varias comidas ligeras a lo largo del día en lugar de pocas comidas abundantes. Esto facilita la digestión y reduce el esfuerzo del sistema gastrointestinal.
  3. Mantener una adecuada hidratación: Beber agua, caldos o infusiones suaves es fundamental para prevenir la deshidratación.
  4. Evitar alimentos fríos o muy calientes: Los extremos de temperatura pueden irritar el sistema digestivo, por lo que es mejor optar por alimentos a temperatura ambiente o tibios.

Duración de la dieta astringente

La dieta astringente no debe mantenerse por periodos prolongados, ya que puede ser deficiente en algunos nutrientes esenciales, como la fibra y las grasas saludables. En general, se recomienda seguirla durante el tiempo necesario para aliviar los síntomas y, posteriormente, reincorporar gradualmente otros alimentos bajo la guía de un profesional de la salud.

Es importante recordar que cada organismo es único y puede responder de manera diferente. Por ello, la duración de esta dieta y la reintroducción de alimentos deben adaptarse a las necesidades específicas de cada persona.


La dieta astringente es una herramienta valiosa para aliviar molestias digestivas y favorecer la recuperación del sistema gastrointestinal. Su éxito radica en la elección adecuada de alimentos y en seguir las recomendaciones de un especialista, asegurando así un equilibrio entre alivio de síntomas y nutrición adecuada.

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